Brujo rúnico

Chapter 16: Un nuevo aventurero



La mañana siguiente en Re-Lobell transcurrió como cualquier otra. Los comerciantes atendían sus negocios, los ciudadanos deambulaban por el mercado, los pescadores y marineros zarpaban, y los aventureros comenzaban su día dirigiéndose al gremio para tomar alguna misión.

En la planta baja del edificio del gremio, donde se reunían los aventureros para comer, hablar o tomar algo, estaba teniendo lugar la reunión habitual del equipo de aventureros de mayor rango en la ciudad, el grupo de rango Mithril Silver Wings que constaba de su líder, una maga arcana de 3er nivel; un guerrero pesado de apariencia feroz; una arquera y un clérigo.

Ver a los 4 reunidos en la mañana antes de decidir que misión tomarían por el día se había convertido en la norma por allí, así que nadie les prestó demasiada atención mientras discutían en su propio rincón del lugar. Pero todos pudieron notar cuando la arquera de repente dejó de hablar con sus compañeros y miró a la puerta con los ojos entrecerrados.

Menos de 30 segundos después la puerta del gremio se abrió y por ella entró un hombre alto cubierto casi completamente por una gabardina negra, la parte inferior de su rostro estaba oculta por una máscara que cubría desde la nariz dejando visibles sus ojos cafés y su cabello castaño recortado. Tenía la piel, la poca que se veía de su rostro y sus manos, bronceada como si se mantuviera bajo el sol con bastante frecuencia, aunque su atuendo dejaba poca piel expuesta.

La tensión aumentó en todos los aventureros presentes. No sabían qué causaba esa sensación, pero era como si una bestia hubiera entrado en el lugar. Sin embargo, casi tan rápido como llegó, la extraña sensación desapareció. El hombre ignoró por completo a los aventureros y se dirigió directamente a la recepcionista que estaba desocupada sin prestar atención a las miradas que estaba recibiendo.

- Estoy aquí para registrarme como aventurero, ¿cómo procedo? – su voz era baja pero imponente de cierta forma.

- Por supuesto, señor. Solo debe llenar estos documentos y yo me encargaré del resto – respondió la mujer en tono profesional sin dejarse intimidar mientras le entregó un papel.

El hombre tomó la hoja y se dirigió a una mesa desocupada. Al intentar llenar el documento notó que le era imposible ya que no podía entender el lenguaje, pero eso no lo detendría. metiendo la mano dentro de su abrigo sacó un monóculo dorado, un objeto mágico de clase media bastante común en los inicios de Yggdrasil que permitía traducir automáticamente cualquier idioma dentro del juego y si los experimentos realizados hasta el momento tenían razón, su función debería ser la misma en este nuevo mundo. Rellenó los espacios en blanco y revisó dos veces antes de volver con la recepcionista y entregarle el papel para que lo revisara.

- Es un placer conocerlo, sr Flint – la mujer leyó lo que había escrito antes de pasarle una placa de cobre. – Como su información dice que es un explorador y trabaja en solitario, debo sugerirle que trate de unirse a un grupo para tomar las misiones.

- Muchas gracias por el consejo, señorita, sin embargo, estoy lo suficientemente acostumbrado a trabajar solo como para que no sea necesario – respondió tranquilamente. – A pesar de que acabo de registrarme como aventurero, lo cierto es que tengo experiencia como mercenario en el Reino Santo.

- Oh, eso suena interesante – una nueva voz se unió a la conversación. – Disculpa mi intromisión, soy Dale, líder de los cuervos errantes, un grupo de aventureros de rango plata.

- Es un placer, Dale, soy Marck Flint, un mercenario convertido en aventurero – dijo estrechando la mano que le ofrecieron. – No quiero sonar grosero, pero ¿qué motivo tendrías para acercarte a un desconocido como yo?

El vampiro ya tenía una idea de lo que buscaba, pero aun fingió interés mientras pensaba en el camino a seguir desde ahora.

- De hecho, a nuestro grupo le falta un explorador, usualmente nos unimos a alguien más para complementar nuestros números y quiero ofrecerte que te unas a nosotros en nuestra próxima misión – Explicó rápidamente el joven.

- Así que escuchaste que soy un explorador con experiencia pero que actualmente está atrapado en rango bronce por lo que tuviste la idea de usar mi experiencia al mismo tiempo que yo aumento mi notoriedad al ir a misiones más altas de lo que mi rango debería permitir – dijo con una sonrisa seca Marck.

- Es un ganar-ganar – respondió Dale obteniendo un asentimiento por parte del hombre de negro para quien aquella oferta representaba una oportunidad para agilizar su misión. – Bien, la misión que vamos a tomar hoy es cazar a una manada de Barghest que ha sido avistada recientemente en las cercanías de Re-Lobell.

- ¿Barghest? Bien, creo que eso servirá por ahora – dijo sin mucha emoción luego de escuchar la misión.

Siguiendo a Dale fue presentado al resto del equipo: un tanque llamado Bruk, un bardo llamado Liam, una druida de nombre Rossie y el clérigo Dwyne. Todos lo saludaron efusivamente antes de partir al sitio donde los monstruos habían sido avistados.Luego de que salieran los miembros de Silver Wings, que no habían perdido de vista al hombre, volvieron a hablar entre ellos.

- Ese hombre es peligroso – dijo la arquera, quien poseía un talento natural que le permitía discernir peligros a su alrededor. Generalmente lo usaba para medir la fuerza de otras personas de acuerdo con el peligro que representaban para ella por lo que estaba segura al afirmar aquello. – Mis sentidos se volvieron locos incluso antes de que entrara al edificio y todo lo que quería hacer era salir huyendo.

- ¿Creen que traiga problemas a la ciudad? Tiene un aura amenazante a su alrededor, pero solo se registró por lo que no creo que debamos inmiscuirnos en sus asuntos, demás, no sería la primera vez que alguien más fuerte causa una impresión duradera al registrarse – comentó el clérigo.

- Tal vez sea solo que estamos siendo paranoicos, pero se me hace muy raro que alguien que puede hacer que Jenn se ponga tan nerviosa aparezca de la nada. Quizá debamos investigarlo un poco, para salir de dudas – la líder del equipo dio su opinión.

- Si crees que es buena idea te apoyamos Lina. Aun así, no debemos acercarnos mucho, no vaya a ser que mordamos más de lo que podamos tragar – volvió a decir el clérigo y con eso acordaron investigar un poco al extraño hombre que nunca habían visto en la ciudad.

(***)

Marck y los Cuervos errantes se adentraron en el bosque ubicado a poco menos de una hora de distancia de las murallas de Re-Lobell para cazar a los monstruos que habían estado atacando algunas caravanas mercantes que solían usar los caminos cercanos en sus rutas comerciales. La misión había sido publicada por el señor de la ciudad para ser resuelta lo antes posible debido a las repercusiones económicas que caerían sobre la ciudad si los comerciantes no se sentían seguros para visitar el lugar.

Cuando se adentraron en la espesura del bosque Marck se separó de ellos durante un par de minutos antes de regresar e informarles que no había creaturas cerca, pero que encontró lo que podría ser el rastro de sus presas. Unos 40 metros más adelante algunas huellas en la tierra demostraban que un gran grupo de animales cuadrúpedos habían estado por allí hace relativamente poco.

Marck fingió identificar el rastro y guiar a los aventureros hacia la manada, pero lo cierto era que sabía dónde estaban desde que entró en el bosque y se fue a explorar por su cuenta, es solo que no podía decir eso sin levantar sospechas. Mientras los guiaba hasta la cueva en la que se encontraban los monstruos que estaban buscando, Marck se detuvo repentinamente.

- Vaya, eso es extraño – dijo después de un momento de escuchar atentamente. – Parece que dos monstruos se están acercando peligrosamente a nosotros mientras están en medio de una pelea.

Como si fuera una señal el sonido de un árbol cayendo al suelo después de un golpe resonó en el claro. Marck no perdió tiempo antes de saltar a las ramas de un árbol y ocultarse entre las hojas y los aventureros al notar lo que estaba haciendo siguieron su ejemplo.

Poco tiempo después salió de los arbustos una creatura redonda con apariencia de insecto gigante seguida por un Barghest. Ambos monstruos estaban heridos y cojeaban, pero parecía que el insecto tenía las de perder en ese encuentro.

- ¿Qué hace un Armadillidium en este lugar? Está muy lejos de su hábitat normal – susurró Dale mientras observaba la pelea.

- No lo sé, pero podemos reportarlo y que envíen a otro equipo a investigar. Si nos quedamos aquí perderemos mucho tiempo y tenemos una misión que completar – respondió Marck con calma. – Me encargaré del perro, ustedes maten al bicho ¿está bien?

- De acuerdo – respondieron al unísono.

Asintiendo brevemente Marck volvió a saltar a gran velocidad, esta vez dirigiéndose hacia el Barghest quien no lo notó lo suficientemente rápido como para hacer algo al respecto y antes siquiera de entender lo que estaba ocurriendo la hoja de una daga estaba profundamente alojada en su cuello acabando con su vida.

Los aventureros tenían problemas para seguir su velocidad, pero no se detuvieron a ver qué hacia el hombre, sino que inmediatamente saltaron a la acción. Rossie ató al monstruo con raíces controladas por su magia mientras Liam aumento la fuerza de los ataques de sus compañeros Bruk y Dale quienes utilizaron sus espadas para acabar con la vida del insecto. Una batalla en la que los monstruos ya estaban heridos y cansados y en la que contaban con el elemento sorpresa no representaba ninguna dificultad para ellos. Luego de cosechar las partes útiles de los monstruos Marck siguió llevándolos hasta la cueva que era su destino.

Al llegar al lugar pudieron escuchar gruñidos provenientes del interior. Como todos estuvieron de acuerdo en que era demasiado peligroso luchar contra todos los monstruos en el interior de la cueva decidieron que debían obligarlos a salir, la pregunta era cómo. Por suerte para ellos Marck tenía una idea que no solo los sacaría al aire libre, sino que estarían algo desorientados.

Metiendo su mano en el interior de su abrigo sacó una pequeña botella de cristal con un líquido purpura en el interior al cual llamó "una pócima alquímica para confundir los sentidos de las bestias" y no dio más detalles. La poción había sido creada por el departamento de alquimia del reino y en el juego había sido uno de los productos más solicitados cuando se puso a la venta. Antes de que pudieran preguntar algo más Marck se lanzó a la entrada de la cueva y arrojó la botella antes de regresar.

- Prepárense, estarán desorientados, pero por lo mismo serán extremadamente agresivos – dijo mientras del interior del abrigo sacó un látigo negro que parecía hecho de sombras.

Marck, el Lord vampiro enviado desde Elion, miró a los aventureros prepararse y se alegró de haber cambiado su plan luego de hablar con ellos de camino al bosque. Originalmente planeaba matarlos y convertirlos en vampiros para empezar a extender su influencia en esta ciudad, pero se le ocurrió que era mejor usarlos como tapadera inconsciente. Con tan solo usar su encanto vampírico podía asegurarse que tomaban las misiones que eran convenientes para él y al mismo tiempo tendría una especie de respaldo en la ciudad.

Volvió la mirada al frente y, antes que cualquiera de los otros notase algo, agitó su mano y un claro sonido de ¡splat! resonó desde la entrada de la cueva. Cuando los cuervos errantes miraron al origen del sonido pudieron ver el cuerpo de un Barghest al que le había explotado la cabeza. Esa fue la señal para empezar la batalla.

Dale y Bruk como atacantes principales, Dwyne y Liam usaban magia de protección y refuerzo y Rossie junto a Marck estaban apoyando en cualquier oportunidad. Para ser la primera misión en la que trabajaban juntos pudieron moverse como si lo hubieran hecho desde hacía años. En poco tiempo todos los monstruos habían sido derrotados.

- Es extraño, no debería haber tantos Barghest en esta zona, igual que el Armadillidium este no es su hábitat – comentó Rossie mientras recogían las pruebas de los monstruos.

- Ya habían dicho algo así antes. ¿Qué quieren decir exactamente? – preguntó con curiosidad Marck.

- Ambos monstruos son principalmente nativos del gran bosque de Tob, pero están demasiado lejos de allí como para que sea algo normal – Dale tenía una expresión seria al hablar. – Tendrían que haber cruzado por las cercanías de E-Pespel antes de llegar hasta aquí y eso no tiene ningún sentido. Debemos reportar todo esto apenas volvamos a la ciudad.

Luego de terminar la misión pusieron rumbo a la ciudad para reportar sus hallazgos. Durante el trayecto Dale invitó a Marck de unirse a su grupo, al menos por un tiempo, ya que un trabajo en equipo como el que tuvieron ese día no era fácil de conseguir. El vampiro aceptó, aunque les dijo que en algún momento tendría que dejar la ciudad y lo más probable es que en ese momento tuvieran que decir adiós.

(***)

Lurent Rolland estaba en la cubierta de su barco mercante observando en el horizonte el muelle de Prart, la ciudad costera del Reino Santo de Roble a la que debían haber llegado hace tres días. Después de salir de la negociación con Lady Tiaamat fue guiado por la ciudad de Jur por la reina en persona mientras ella le mostraba los artículos que pensó podrían interesarle. No hace falta decir que recibió mucha atención por parte de los nativos de la isla cuando su reina estaba actuando como guía turística para un desconocido.

Desde pociones que tenían efectos de los que nunca había oído, hasta objetos mágicos que hacían el día a día más sencillo para las personas; pergaminos, libros y pinturas estaban a la venta e incluso algunos libros sobre magia que podrían llamarse verdaderos tesoros.

Cuando se reunió con el resto de sus compañeros fue obvio que todos se habían ido a una juerga de compras igual que él. Sabía que el trabajo que tenía por delante era, no solo difícil, sino también inmensamente importante ya que la responsabilidad de las relaciones diplomáticas entre dos países descansaba sobre sus hombros, y él ni siquiera era un político. Saliendo de sus pensamientos al ver que se acercaban al puerto se dijo a si mismo que haría lo mejor que pudiera y eso debía ser suficiente.

Luego de quedarse otra noche y partir temprano en la mañana el viaje transcurrió sin mayores inconvenientes y ahora, tres días después de su llegada programada, por fin arribaron. Cómo era de esperarse los oficiales del muelle tenían preguntas sobre el motivo de su retraso, después de todo, la Rolland Merchant Company era muy conocida dentro del Reino Santo y su desaparición, aunque temporal, causó desconcierto entre el gremio de comerciantes local.

Lurent, sabiendo que lo que tenía que informar debía ser escuchado directamente por la Reina Santa, solo dijo a los oficiales que fueron retrasados debido a que tuvieron que tomar un desvío de suma importancia y que los detalles debían ser transmitidos con urgencia al castillo.

Lurent, como comerciante, tenía varios contactos bien posicionados que lo ayudaron a transportarse por medio del gremio de magos, así que dejó el trabajo de descargar y transportar su mercancía a Brodek y el resto de sus ayudantes y partió a la capital.

En cuanto al Vizconde Ruffus, había bajado del barco muy molesto y casi de inmediato estaba buscando un nuevo transporte de regreso a su país, según dijo había perdido todo interés en el viaje durante su estadía en altamar. Ni siquiera se le vio mencionar a su amante, de quien no dejaba de hablar antes del incidente con Libio.

El Reino Santo de Roble estaba a punto de ponerse de cabeza.

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Wenaaaassss

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Nos vemos!!!!

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