Brujo rúnico

Chapter 14: Audiencia



La estadía de Lurent y sus acompañantes en la isla de Elion había sido estupenda. Cuando se levantaron aquel día fueron escoltados nuevamente por Roy hasta el complejo del clan Wooderm, el clan gobernante de la ciudad, allí los invitaron a desayunar con la matriarca del clan, quien ostentaba el título de Sombra del Bosque, Lumiere Wooderm; su hermano, Demerus Wooderm, quien era el hombre a cargo de algo llamado los Hijos de Gaia, pero no explicaron de qué se trataba; y la hija de este último, Lumina Wooderm, que era la asistente principal de su tía, así como la heredera aparente del clan.
La comida solo podía ser descrita como celestial. La combinación de sabores y la cantidad de platillos hechos con ingredientes de los que jamás escuchó hablar hicieron que la experiencia fuera absolutamente inolvidable.
Durante el desayuno, Lumiere le preguntó cuál era su verdadero motivo para aceptar la invitación a la isla.
Al principio no comprendía a que se refería, pero luego de pensar un poco, respondió que pensaba que podía ser una buena oportunidad de negocios para su compañía y decidió arriesgarse. Esa respuesta pareció ser la correcta porque la elfa dejó ver una gran sonrisa antes de proponerle algo: ya que tendrían una audiencia con los reyes en unos momentos, le propuso a Lurent que él y otra persona se reunieran con los gobernantes mientras los 5 restantes exploraban Jur y compraban cualquier cosa que les pareciera que valía la pena. Para Lurent, esa oferta fue lo mejor que le pudo ocurrir hasta ese momento, por lo que aceptó sin dudarlo. Después del desayuno Lumiere, acompañada por Lumina, lo guió hasta el Patio interior del complejo donde un carruaje parecido al que usaron la noche anterior los esperaba, aunque las bestias que tiraban de él eran completamente distintas a los Sleipnir de anoche.
Los 4 monstruos atados al carruaje parecían grandes lagartos alados del tamaño de caballos de guerra, repletos de escamas grises, con un collar de plumas rodeando sus cuellos, 4 patas y 2 pares de alas. Se llamaban Drakes, aparentemente, y eran un monstruo considerado de la familia de los dragones ya que nacían en lugares donde habían muerto muchos dragones. Los 4 drakes que tiraban del carruaje despegaron inmediatamente con dirección a un claro ubicado a unos 30km de la ciudad donde una imponente mansión se alzaba creando una visión bastante extraña debido a que era lo único que había en las inmediaciones.
Después de haber volado (y acostumbrarse a eso) durante algún tiempo en el carruaje tirado por aquellas creaturas de las que nunca había oído, Lurent pudo ver la mansión donde los reyes de la isla los esperaban. El carruaje aterrizó frente al edificio con una ligera sacudida. Tallado en la puerta estaba el mismo escudo de armas que había visto en algunas banderas durante su estadía aquí y que supuso que sería el escudo de armas del reino: un libro abierto que proyectaba un dragón.
Por motivos de seguridad, ningún extranjero puede entrar en la capital real, sin embargo, debido a la necesidad de entablar relaciones internacionales, se ordenó construir esta mansión con el único propósito de permitir a nuestros reyes reunirse con los invitados.
- Alégrate, Lurent Rolland, eres la primera persona no nativa de la isla en reunirse con sus majestades en 13 siglos – concluyó Lumiere con una sonrisa mientras los dos caballeros de armadura negra que estaban haciendo guardia abrían las puertas.
Como el comerciante principal entre Roble y Re-Estize, Lurent se había reunido con nobles e incluso con la realeza de Roble en un par de ocasiones, pero tal vez solo el castillo real de Roble podía siquiera compararse a lo que estaba observando en ese momento en cuanto a riqueza y elegancia. Y este ni siquiera era el verdadero castillo.
Paredes de mármol con cuadros que representaban historias épicas; armas y armaduras cuyo valor podría superar el de castillos enteros; cortinas y alfombras confeccionadas tan perfectamente que desatarían la envidia de las familias reales de todo el mundo; y, alineados a cada lado del salón de recepción, un contingente de doncellas y mayordomos de distintas razas que se inclinaron al mismo tiempo y les dieron la bienvenida.
- Ahora Fiona aquí, los guiará hasta la sala de espera desde dónde los llamarán una vez que sus majestades estén listos para recibirlos – explicó Lumiere mientras señalaba a una de las doncellas.
Fiona era una chica elfa que parecía tener unos 22 años, con el cabello azul recogido en una trenza que caía sobre su hombro derecho; tenía la piel un poco pálida y ojos de azul helado. Su traje de sirvienta se ajustaba a sus curvas bastante pronunciadas mientras mostraba un poco de escote. En general era una mujer absolutamente encantadora y sensual, pero Lurent podía reconocer una trampa de miel por lo que era. Al parecer era una prueba porque cuando quedó claro que no caería Lumiere sonrió levemente y se alejó seguida por su sobrina.
Después de media hora de espera en la que estuvieron tomando té y comiendo las galletas más deliciosas que hubieran probado, Lurent y Abenor, quien lo estaba acompañando, fueron informados por Fiona de que era momento de presentarse ante los gobernantes de la isla. El momento decisivo había llegado.
Tomando un par de respiraciones profundas para calmarse, Lurent se encaminó tras la sirvienta de caderas hipnóticas (no es que hubiera quedado hechizado por ellas) hasta llegar a su destino.
- ¡Anunciando! Sir Lurent Rolland, director de la Rolland Merchant Company establecida en el Reino Santo de Roble y su guardia, Abenor – Fleur proclamó antes de que dar una señal a los guardias para que abrieran las puertas.
- La vista que los esperaba detrás de las puertas le recordó a Lurent las pocas audiencias que había tenido con la realeza de Roble. El lujo y la opulencia no podían exagerarse más de lo que había en aquel salón del trono. Seis figuras, entre las que estaban Lumiere y Neptuno se encontraban en la base de los escalones a cada lado del pasillo y Lurent supuso que se trataba de las renombradas 6 Sombras. A los lados del camino que debían seguir, había lo que parecían ser caballeros junto a algunos sirvientes y personas de distintas razas con atuendos impresionantes, estos debían ser los miembros de la corte real por lo que los reyes los estaban recibiendo con una audiencia completa, el mayor recibimiento de honor que puede dar un monarca según sabía Lurent.
Al final del pasillo, elevados sobre sus súbditos, tres tronos creados con los restos de un gran dragón estaban ocupados por aquellos que gobernaban sobre el paraíso que había estado disfrutando todo el día.
Primero vio a la mujer sentada a la izquierda. Un rostro hermoso; una piel clara y tersa; cabello de color lila con dos cuernos negros coronándolo; vestía una túnica morado oscuro que combinaba con las pocas escamas que decoraban los alrededores de sus ojos. Varios adornos complementaban su apariencia de diosa mientras a su alrededor orbitaban 5 libros de apariencia antigua.
Al mirar a la derecha otra mujer de apariencia divina le devolvió la mirada. Cabello largo y verde, del mismo color claro que las escamas que cubrían su cuerpo bronceado; dos pares de cuernos blancos, un par de alas coráceas y una cola escamada la diferenciaban de un humano, pero no restaban ni un poco a su encanto. Llevaba puesta una armadura de placas ligera y el mango de un arma se alcanzaba a ver en su espalda.
Finalmente, al mirar hacia el centro casi olvida como caminar. Sentado sobre el cráneo de un dragón, otro dragón lo miraba en detalle. El hombre no aparentaba más de 25 años físicamente, pero sus ojos grises delataban el conocimiento de siglos; su cabello negro le caía hasta los hombros y dos cuernos nacían de su frente. Vestía una capa larga que parecía cubrir todo su cuerpo con algún tipo de plumas decorando la parte superior; una armadura ligera podía verse cubriendo su cuerpo debajo de la capa y su mano sostenía firmemente un báculo completamente negro que terminaba en el cráneo de un dragón cuyos ojos estaban ocupados por una gema negra y otra plateada.
Al llegar a la base de los escalones Lurent no espero ninguna indicación y se arrodillo frente a los tres monarcas. Tal vez no fueran los reyes de su país, pero igual eran realeza y él personalmente no quería arriesgarse a ofender a tres seres que exudaban un aura tan intimidante e imponente con solo mirarlo.
- Puedes levantar la cabeza, Lurent Rolland – la voz profunda de Magnus rompió el silencio. – En primer lugar, déjame darte nuevamente la bienvenida a la Isla Soberana de Elion, el reino que nosotros gobernamos. Mi nombre es Magnus Al Acser, Gran Rey de la Isla.
- Yo soy Tiaamat Vil Acser, Reina de la isla.
- Yo soy Morgan Le' Acser, Reina de la isla.
Uno por uno se fueron presentando mientras Lurent levantaba la mirada y miraba una vez más a sus anfitriones. Sentía una presión en la boca del estómago por tener la mirada de los tres sobre él, pero ya había llegado hasta aquí y no daría marcha atrás.
- El motivo por el que ordené a mis subordinados que invitaran a la isla a aquellos con quienes se encontrara es porque tenemos algunas preguntas y buscamos respuestas, como sin duda ya han escuchado – dijo Magnus sin ocultar que sabían que habían estado haciendo preguntas. – Es natural interesarse por la historia detrás de nosotros y no nos molesta, pero esperamos que, así como hemos sido sinceros con ustedes, también lo sean con nosotros.
- Por supuesto Majestad, si me es posible responder a sus preguntas lo haré sin ningún problema – respondió el mercader.
- En primer lugar, soy consciente de la existencia de un continente cercano, de donde supongo que son ustedes, pero no sé cómo está distribuido su territorio. Dudo que alguno de los reinos que llegamos a conocer aún exista – la pregunta fue hecha por Morgan esta vez.
Aunque Magnus ya les había dicho todo lo que necesitaban saber sobre este mundo, todavía era una buena idea obtener información de diversas fuentes, además, aún no estaban seguros de que todo saliera como Magnus había visto ya que era muy probable que estuvieran en otra versión del multiverso que él observó por lo que varias cosas podrían haber cambiado.
- Supongo que tendría que hablar primero de los reinos con los que es más probable que establezca contacto primero, el Reino de Re-Estize, el Estado del Consejo de Argland y el Reino Santo de Roble, son los únicos reinos con salida al mar por este lado del continente – empezó a explicar Lurent. – Re-Estize comparte fronteras con el imperio Baharuth y la Teocracia Slane y se mantiene en una guerra permanente con el imperio. El Reino Santo está prácticamente asilado del continente por las colinas Abelion que están dominadas por semihumanos con quienes está en guerra. La teocracia se autodenomina "los protectores de la humanidad" es una nación supremacista humana y profundamente religiosa, más incluso que el Reino Santo. El imperio puede considerarse la potencia económica más grande de las naciones humanas gracias a las políticas tomadas por el actual emperador. El Reino Dráconico fundado hace muchos años por Lord Dragón de la brillantez actualmente está gobernado por su nieta, sin embargo, se encuentra al borde de una crisis debido a la invasión orquestada por el país de los hombres bestia. Finalmente, el Estado del Consejo es una nación fundada por Lord Dragón de platino, que se dice que es el dragón más fuerte que existe y está gobernado por un consejo de Lores Dragón. Ese sería un resumen sobre las naciones del continente, aunque obviamente hay muchos factores involucrados.
- Oooh, eso suena muy divertido – Magnus tenía una sonrisa depredadora al escuchar el título de Lord Dragón de Platino. Solo pensar en derrotar al dragón más poderoso de este mundo, que curiosamente tenía un título parecido al de la bestia que ahora era su trono, encendió sus instintos primarios de dragón ansiaban la batalla. Pero recordando que se supone que Tsaindorcus Vaision se convertiría en un peldaño más en la escalera hacia el ascenso de Ainz decidió no inmiscuirse en los asuntos que tuvieran que ver con los dragones de este mundo, por ahora.
- Bueno, bueno, bueno. Esta conversación ya está llamando nuestra atención, por qué no nos cuentas más detalles sobre los países que mencionas – Morgan sugirió, aunque por algún motivo Lurent sintió que fue más una orden. Seguro fue su imaginación.
La conversación se extendió más de lo que esperaban, pero valió la pena. Ahora tenían información general sobre la situación geopolítica del continente, al menos desde el punto de vista de un comerciante. Sí, había mucho por corroborar y tal vez algunas cosas estén equivocadas, pero ahora tenían una base desde la que partir en sus investigaciones futuras. Además, tal vez a propósito o tal vez sin darse cuenta, pero Lurent dejó caer varios datos durante su conversación que sirvieron para confirmar la información de Magnus al decir cosas como "la Reina Santa es famosa por ser una de las pocas capaces de usar magia divina de 4to nivel" o "el mayor lanzador mágico vivo es Fluder Paradyne, quien puede lanzar hechizos de hasta 6to nivel" o que "un basilisco (que generalmente tenían alrededor de nivel 40) es un peligro y requiere a los mejores aventureros disponibles para tener una oportunidad de derrotarlo".
Pero eso no significa que serían complacientes, por el contrario, esto solo sirvió para aumentar su determinación de completar sus proyectos y prepararse para lo que estuviera por venir
- Lurent Rolland, has cumplido nuestro deseo al saciar nuestra curiosidad. Muchas gracias – Habló Magnus después de que terminó la conversación/interrogatorio. – Por cumplir con nuestros caprichos, aun cuando no estabas obligado a hacerlo, quiero darte una recompensa. Nombra lo que quieras y es tuyo.
- Su Majestad me halaga con sus palabras y aceptaré gustosamente su recompensa – respondió Lurent sabiendo que este era su momento para obtener lo que quería. – Si Sus Majestades no encuentran inconvenientes en eso y, asumiendo que quieran ingresar al escenario internacional, me gustaría solicitar que la Rolland Merchant Company tenga permiso para comerciar con sus productos en otros reinos, así como para traer productos extranjeros que pudieran querer, es decir, solicito a Sus Majestades que me permitan establecer una línea comercial entre su reino y el continente – Mientras dijo todo eso Lurent volvió a arrodillarse tratando de demostrar sinceridad y una risa baja fue la respuesta que obtuvo.
- Me agradas, Lurent. Cualquiera en tu lugar podría haber pedido tesoros, objetos mágicos, mujeres o cualquier otra cosa, pero tú eres especial, no pediste lo que deseas sino la oportunidad de conseguirlo por ti mismo – Magnus, entrando en su modo de juego de rol, volvió a reír mientras miraba al hombre. – Ponte de pie Lurent Rolland, primer comerciante extranjero sancionado por el Reino de Elion. Lady Tiaamat es la encargada de la economía y el comercio por lo que si gustas puedes seguirla a una sala de reuniones donde podrán discutir cómodamente lo que implica ese trato.
- Muchísimas Gracias, Su Majestad. Le juro que no se arrepentirán de haberme dado la oportunidad.
- Eso espero, Lurent – diciendo eso tanto Magnus como Morgan se levantaron y salieron por una puerta lateral oculta por una columna seguidos de sus guardias. Tiaamat mientras tanto lo guio por otra puerta lateral directamente en frente de la primera hacia una sala de reuniones dónde tomo asiento frente a él para iniciar las negociaciones.
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Wenassss
¿Qué tal el capítulo? Ayer llegué bastante cansado a mi casa y no me tuve chance de corregir y subir los capítulos correspondientes, así que como compensación planeo subir 3 caps ahora y los dos de siempre en la noche.
Si les gustó el capítulo non olviden votar.
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Nos vemos!!!!
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