Chapter 12: Isla soberana de Elion
Hacia el final del segundo día que se les dio a los NPC's para investigar Neptuno se comunicó con Magnus para informarle de un barco con el que su hijo se encontró y a quienes estaba escoltando hacia la isla, así como la historia detrás de esos invitados especiales.
Al parecer eran un barco mercante bastante común. Libio, que los observó durante unas 12 horas antes de revelarse a ellos, no pudo distinguir ningún objeto que pudiera considerar valioso, aunque, si fueran valiosos, no estarían a la intemperie en primer lugar. De todos los tripulantes presentes no había ningún semihumano o heteromorfo, de hecho, todos eran humanos, y muy débiles además, si la percepción de Libio fue correcta.
De todos los humanos en el barco solo había uno que podría representar un problema, un aparente noble al que incluso los tripulantes parecen detestar.
La existencia de la nobleza en este mundo ya era un dato importante en sí mismo, y si hacían bien las cosas podrían obtener la información que necesitan, así como un conejillo de indias para algunos de los experimentos que tenían en mente.
Ordenándole a Neptuno que recibiera la embarcación y la guiara al puerto más cercano a Jur, donde un carruaje estaría esperando para llevar a los invitados a la ciudad, volvió a su trabajo de runas por un par de horas más antes de regresar a la habitación con sus esposas.
(***)
Libio guiaba al barco por las tranquilas aguas mientras observaba las olas desde la cubierta con Lurent, en algún momento terminó subiendo a bordo y poco a poco las tensiones se disiparon entre ellos, al menos hasta que cierto idiota, que había estado durmiendo mientras el encuentro ocurría, decidió insultar a su guía por ser un semihumano, momento en el que se pudo sentir una malicia tan aterradora proveniente de Libio que hizo que Ruffus se orinara del miedo.
Con un movimiento de su mano tres cadenas heladas aparecieron, ataron al noble idiota y lo levantaron sobre el borde del barco con la amenaza de dejarlo caer.
- Escucha bien, alimaña, entrarás en las tierras sagradas gobernadas por los tres reyes dragón, donde coexisten todas las razas en paz – su voz pasó de educada y caballerosa a asesina y maliciosa. – Tus prejuicios idiotas no me interesan, el único motivo por el que sigues vivo es que prometí la seguridad de todos y cumplo mi palabra, pero cualquier insulto a partir de ahora lo tomaré como un ataque al honor de mi reino y si tu atacas primero no tendré problema alguno en acabar con tu patética vida. Considérate advertido.
El pánico en el rostro de Ruffus y de los humanos presentes al presenciar el poder de Libio era notable. A pesar de que desde el principio supieron que aquel tritón era más fuerte que los que habían conocido, nunca podrían haber imaginado ese nivel de intención asesina proveniente de quien hasta ese momento se había comportado de forma tan educada y hasta tonta en algunos casos.
Una vez que lo soltó el noble idiota huyó a su camarote y, temiendo por su vida, no volvió a salir. Aunque el ambiente se tensó un poco después de eso nadie le recriminó por defender el honor de su hogar, a todos les parecía algo normal que un soldado se enojara si insultaban su país en su presencia, aunque tal vez no todos tendrían tanto poder detrás de su ira.
Después de un tiempo de silencio incómodo, Lurent decidió romper el hielo y saciar su curiosidad al mismo tiempo.
- Sir Libio ¿puedo hacerle una pregunta indiscreta? – dijo con un tono de voz suave mientras miraba al océano obteniendo un asentimiento por respuesta. – Exactamente que es usted. No se ofenda, no lo digo de esa manera. Para mí es obvio que usted es un tritón, no es la primera vez que veo uno. Sin embargo, también es obvio para mí que no es un tritón cualquiera, después de todo es al menos un metro más grande que los tritones que he visto sin mencionar que es mucho más poderoso que cualquiera de ellos. ¡Oh! Así que también hay tritones en tu reino. Eso es maravilloso – se emocionó Libio. – Para responder a tu pregunta, sí soy un tritón y también soy lo que ustedes, humanos, llamarían un príncipe para mi raza por lo que mi constitución es más fuerte que la de los demás de mi especie, sin embargo, supongo que lo que me hace realmente diferente es que soy un Lord de las aguas profundas, un tritón que gobierna a las creaturas acuáticas, a diferencia de un tritón común.
- Así que, para decirlo de alguna manera, ¿eres el siguiente paso en la cadena evolutiva de un tritón? – intervino otro marinero que los había estado escuchando.
- En cierto sentido sí. Es cierto que dependiendo del entrenamiento y estilo de vida cualquier tritón podría llegar a donde me encuentro, pero para eso debe elegir especializarse en esas áreas como yo. Si me preguntas si soy el siguiente paso la respuesta sería no, hay varios pasos entre un tritón común y alguien como yo.
- Ya veo, nunca podría haber imaginado algo así – así la conversación se extendió entre banalidades e historias de sus años en el mar. El tiempo pasó y antes de que se dieran cuenta la voz del vigía resonó nuevamente en el barco.
- ¡Atención, tierra a la vista! ¡Hay una flota en el camino que seguimos! ¡Repito, tierra a la vista! ¡Hay una flota en el camino que seguimos!
- Esos deben ser los hombres de mi padre, iré a hablar con ellos – dijo Libio mientras saltaba al agua y aceleraba hacia los barcos de la armada de Elion para volver unos minutos después acompañado de un tritón varios centímetros más alto que él. – Sir Lurent, caballeros, permítanme presentar al patriarca del Clan Antiguo Qualiq.
El tritón que lo acompañaba vestía sólo una capa azul oscuro y pantalones sencillos para cualquiera que no tuviera un ojo entrenado, pero Lurent no era uno de los mejores comerciantes de Roble por nada, inmediatamente notó la calidad de la tela, el detalle de las puntadas o los bordados finos y casi ocultos; podía parecer sencillo, pero su atuendo probablemente valdría lo que toda su carga junta.
Escamas que iban desde el azul oscuro hasta el morado adornaban y protegían su cuerpo y al igual que su hijo llevaba 3 anillos y dos pulseras talladas con símbolos extraños. En su mano derecha sostenía una especie de lanza de tres puntas de color dorado y que, una vez más, estaba tallado con aquellos símbolos, a estas alturas era obvio que aquello era algo importante dentro de su cultura. Como buen mercader, Lurent ha adoptado la costumbre de recoger, analizar y archivar toda la información que recibe por más irrelevante que parezca, lo que lo ha vuelto lo suficientemente observador para detallar todo eso en apenas 3 segundos desde que ambos semihumanos llegaron otra vez al barco.
- Como dice mi hijo, yo soy Neptuno Ac Qualiq, la Sombra del Mar, almirante de la armada de la Isla Soberana de Elion. En nombre de Sus Majestades, sean todos bienvenidos a nuestro reino. Les agradecemos que hayan aceptado nuestra invitación – la voz siseante y profunda de Neptuno, aunque completamente educada, no pudo evitar infundir un poco de miedo en los humanos.
- Es un placer conocerlo, Lord Qualiq, soy Lurent Rolland un comerciante del Reino Santo de Roble – se presentó el comerciante. Por lo que pudo aprender de su charla con Libio este reino lo gobernaban un rey y dos reinas, quienes cedieron partes de sus tierras a 6 Clanes, o lo que vendrían siendo las familias nobles en reinos como Roble, y el clan Qualiq era uno de esos Clanes Antiguos por lo tanto tratar a este hombre como a un noble fue lo que se sintió más lógico. – Aunque debo ser franco, y me disculpo si mi comentario lo ofende pues no es mi intención, pero nunca, en todos los años que llevo recorriendo esta ruta para mis negocios, había escuchado de un reino por aquí, de hecho, ni siquiera se supone que haya una isla en el lugar que Sir Libio nos indicó – Neptuno soltó una risa grave al escuchar al hombre.
- Mis disculpas, Sir Rolland, no me rio de su pregunta, lo hago por la emoción de encontrar a un extranjero que habla sin rodeos, pero con el honor de un buen hombre. Desde hace mucho tiempo los únicos extranjeros que se acercaron a nuestras costas querían invadir nuestro hogar y saquear nuestros tesoros – Neptuno dijo en un tono serio. – Para responder tu pregunta debo decir que no me sorprende que no supieras de nosotros, después de todo esa era la idea. Pero avancemos hacia el puerto mientras les explico – Neptuno había recibido instrucciones por parte de los monarcas sobre qué decir como explicación a sus invitados para su repentina aparición en medio de la nada, para eso les fue bastante útil la excusa que inventó Libio cuando intentaba convencerlos de ir con él. – Tal vez les parezca aburrido, pero déjenme contarles un poco de nuestra historia para que entiendan la situación.
- Me sentiría honrado si compartiera su historia con nosotros Lord Qualiq – respondió Lurent.
- De acuerdo. La que ahora llamamos la Isla Soberana de Elion era originalmente una Isla deshabitada por la civilización y donde solo monstruos y animales salvajes prosperaban, sin embargo, esa isla tan peligrosa fue elegida por un hechicero para ser el lugar en el que practicaría un nuevo tipo de magia – Mezclando un poco de la tradición que escribieron para la fundación de su reino, Magnus y sus reinas tejieron una excelente historia sobre como siempre habían estado exactamente en ese lugar y nadie en el mundo los había descubierto. – Por supuesto fue atacado por los muchos monstruos que había en el lugar, pero él era poderoso. Poco a Poco se posicionó en la cima de la cadena alimenticia en el lugar logrando que hasta los monstruos lo evitaran. Con el pasar del tiempo tomó a dos discípulas para enseñarles la disciplina mágica que desarrollo él mismo y la isla se volvió la base que usó para transmitir sus enseñanzas - en ese punto Neptuno tenía la vista perdida en el horizonte como si recordara algo. - En algún momento de sus viajes por el mundo, el hombre y sus aprendices empezaron a verse involucrados en situaciones desgarradoras: aldeanos que quedaron atrapados en medio de las guerras y cuyas aldeas habían sido destruidas; en otra ocasión, elfos de luz expulsados de su hogar ancestral por la codicia de un dragón; Enanos esclavizados para producir armamento; Tritones cazados por diversión. Horrorizados por la realidad del mundo empezaron a invitar a aquellos desahuciados que podían rescatar a su isla, adecuando espacios para que pudieran sobrevivir. Poco a poco se fue formando el reino de Elion y el hombre se convirtió en el Primer Rey, Lord Magnus Al Acser, y sus discípulas luego se convertirían en las Reinas, Lady Tiaamat Vil Acser y Lady Morgan Le' Acser.
- Espere un momento, Lord Qualiq, esos son los mismos nombres de los gobernantes actuales, según me dijo su hijo – la confusión llenaba la voz del comerciante.
- Exactamente, Sir Rolland, son los mismos nombres porque este reino, desde su fundación, ha estado gobernado siempre por las mismas personas, después de todo son inmortales – cuando terminó de decir eso el rostro de Lurent se puso pálido. – Con ellos fundando el reino y nombrando a los primero 6 clanes que rescataron, entre esos el mío, como los encargados de gestionar las tierras y a los siguientes habitantes de la isla mientras el reino fue creciendo. Pero siempre hay quien envidia lo que otros tienen. Cuando el reino se volvió prospero hubo quienes quisieron saquearlo y derrocarlo, pero Lord Magnus ya era conocido y temido como el Brujo rúnico en todo el mundo y siempre nos guió a la victoria en cada batalla por defender el reino, sin embargo, se volvió tedioso cuando sin importar nada todos querían atacar nuestras tierras así que Lord Magnus decidió que había sido suficiente, utilizando su magia rúnica creó una barrera que aisló la isla del resto del mundo volviéndola completamente invisible para el mundo pero que al mismo tiempo hacía imposible que cualquiera dentro de ella saliera. Según los registros del castillo eso debió ser hace unos 1.300 años, unos 400 años después de la fundación del reino. Durante todo este tiempo hemos vivido aislados, pero hace unos días la barrera que creó Lord Magnus empezó a fallar, al parecer la magia que la creo ya era muy vieja y no tenía más poder para seguir activa, sin embargo, esta vez Lord Magnus no volvió a crear la barrera, sino que ordenó que descubriéramos si después de tanto tiempo podíamos volver a ser parte del mundo – finalizó el tritón mientras la costa de la isla era más o menos visible debido a la neblina unos metros más adelante.
- Un poco más adelante se encuentra el puerto dónde un vehículo los espera para llevarlos a la Ciudad Oculta de Jur para que puedan pasar la noche – dijo Libio y obtuvo un asentimiento por parte de Lurent.
Al llegar al puerto un carruaje los estaba esperando justo como les habían dicho. Era grande y muy llamativo, parecía algo que incluso la realeza envidiaría y estaba tirado por dos pares de Sleipnir, bestias magnificas, pero extremadamente difíciles de domesticar e incluso más caras de mantener. Solo con eso Lurent ya podía imaginar la cantidad de riquezas que este lugar ofrecería si llegaba a acordar algún tipo de relación a largo plazo.
Lurent no podía saber si las hazañas mágicas que le narraron eran posibles, pero de ser cierta toda la historia él sería el primer comerciante extranjero en pisar esta tierra, lo que suponía la mayor oportunidad de su vida ya que si lograba establecer relaciones comerciales con este reino, que ya aparentaba tener tantas o más riquezas que el propio Roble en su mejor momento, su patrimonio crecería como jamás hubiera imaginado y su nivel de influencia aumentaría también. Solo podía ver beneficios en esta situación.
En el carruaje los esperaba un hombre humano de unos treinta y tantos años vestido con una armadura ligera de color marrón que se presentó como Roy Terris, un miembro del cuerpo de exploradores que defendían la ciudad de Jur bajó las órdenes de la Sombra del Bosque, quien estaba allí para ser su cochero y escolta hasta que estuvieran en la ciudad.
El viaje en el carruaje tomó unos cuarenta minutos y dejó asombrados a los 7 hombres que nunca habían experimentado un trayecto tan poco accidentado o un carruaje que se sintiera tan suave que solo era posible saber que estaba en movimiento al mirar el paisaje que pasaba por fuera de la ventana. Incluso el carruaje real del Reino Santo, en el que Lurent había viajado una vez hace muchos años, no podía compararse a este.
Las decoraciones interiores también eran espectaculares. Muebles dignos de la mansión de cualquier noble, lámparas de oro y plata, alfombras exquisitamente tejidas y bordadas; no había nada que pudiera provocar la más mínima queja.
Otra cosa que notó el mercader era que el vagón era más amplio por dentro de lo que aparentaba por fuera, y por fuera ya era bastante grande, al preguntar a Roy sobre eso, este les explicó que el carruaje fue hecho por Artesanos Rúnicos, que al parecer era una profesión en la isla, y estaba tallado con runas para aumentar su espacio interior.
- Ahora tengo curiosidad por estos artesanos rúnicos que pueden crear algo como esto – se dijo a sí mismo Lurent.
- Apuesto a que es así – exclamó con orgullo Roy. – La magia rúnica es muy impresionante y se ha convertido en parte fundamental de la cultura del reino hasta el punto de que puedo estar seguro de que no hay reino en el mundo con mayor conocimiento sobre runas que nosotros, después de todo, tenemos a Lord Magnus, el creador de las mismas.
Lurent no sabía que decir más que expresar su admiración por el mencionado Lord Magnus, mientras pensaba en las implicaciones que tendría negociar con tecnología rúnica si lograba obtener un trato comercial.
Después de un tiempo llegaron a la "muralla" que protegía la ciudad, una densa pared de árboles tan altos y gruesos que uno solo podría preguntarse qué edad tenían.
Cuando el carruaje se acercó todos escucharon a Roy decir [Liberar] e inmediatamente los árboles justo frente al carruaje desaparecieron como si nunca hubieran estado allí y volvieron a aparecer cuando pasaron ese punto. Luego se enteraron de que la puerta estaba encantada con runas para desaparecer si alguien autorizado activa el hechizo, pero que de lo contrario permanecería inmóvil e imposible de atravesar.
El interior de la ciudad era la fusión perfecta de naturaleza y civilización. Los edificios estaban hechos de forma que no solo le permitieran a la vegetación crecer y extenderse, sino que fueron construidos para sustentarse gracias a esa misma expansión de la vegetación. Era impresionante y hermoso a partes iguales. Al final del trayecto los llevaron a una casa de dos pisos que parecía haber sido construida en el tronco de un árbol gigante y les indicaron que podían descansar allí hasta el día siguiente cuando alguien vendría para llevarlos a la persona con la que podrían hablar.
- Bien, quiero saber que piensan todos ustedes – preguntó Lurent a sus acompañantes una vez que Roy se hubo ido.
- Este lugar es simplemente increíble. Lo poco que he visto me ha dejado en shock y es simplemente increíble que solo hasta ahora nos hayamos dado cuenta de que existían – respondió su asistente de toda la vida, Brodek.
- Son peligrosos, no hubiera podido vencer ni siquiera a Roy, y él se supone que es un explorador – Abenor, un ex aventurero de rango oro que trabajaba como su guardaespaldas también comentó.
- Bueno, no es como si estuviéramos aquí para hacer enemigos. Como yo lo veo estamos ante la oportunidad de conseguir el trato comercial de nuestras vidas – Lurent volvió a hablar. – Lo poco que he visto me hace pensar que este es un país absurdamente rico, si podemos ponerlos en contacto con el resto del mundo podríamos convertirnos en la compañía mercante de confianza y hacer los mejores negocios con nosotros, lo que significa que tendremos una ventaja arrasadora en el mercado. Quiero jugarme el todo por el todo en esta ocasión porque siento que no volveré a tener otra oportunidad como esta, ¿estarían dispuestos a seguirme?
- Jefe, no crea que será tan fácil escapar de nosotros y quedarse con las ganancias – Brodek se echó a reír seguido de los demás quienes estuvieron de acuerdo con sus palabras.
- En ese caso quiero que mañana observen todo con detalle y traten de pensar qué cosas podría ser una buena idea comprar para llevar a roble, si se les da la oportunidad compren muestras, no importa el precio. Trataré de conseguirnos un buen trato comercial – Lurent dio sus instrucciones. Después de eso se fueron todos a descansar, había sido un día muy largo.
Mientras ellos discutían todo eso, el Gran Rey desde la cama que compartía con sus reinas observaba y escuchaba la conversación a través de la nueva conexión que tenía con la isla mediante las runas de protección.
- Ambicioso, pero lo suficientemente honesto para que no sea un problema. Alguien que quiere llegar lejos pero que no está dispuesto a sacrificar su moral por eso, aunque me pregunto qué tan pura es la brújula moral de un comerciante – no pudo evitar reírse un poco, al menos hasta que dos dragonas molestas por la interrupción de su sueño decidieron le hicieron saber su descontento.
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Wenaaaassss
¿Qué tal el capítulo? Lamento el volcado de información, pero es necesario sentar las bases y en eso es en lo que se centra este capítulo y el próximo. Las interacciones con el resto del mundo inician en este punto y Lurent será una pieza clave en todo esto.
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Nos vemos!!!!
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